domingo, 13 de febrero de 2011

EL EQUILIBRIO DE LAS PIRAMIDES ESTABA EN SU BASE

Estamos asistiendo a una nueva configuración mundial, donde no sólo los pueblos árabes intentan  librarse de sus dictaduras sino que con ellos  nos jugamos una parte de nuestro  futuro. La nueva situación dará paso a un reparto más igualitario de riqueza y la consecución de mejoras sociales,  las distintas  democracias  aportarán un cambio radical de tendencias donde las corrientes migratorias y los intereses especulativos impondrán un nuevo orden y unas nuevas prioridades.

La falta de infraestructuras, la carencia de bienes de equipo y el esperado aumento del bienestar social convierten a estos países en un pastel goloso y deseado para las grandes multinacionales que tendrán en la nueva situación la puerta de emergencia  que salve sus balances y les permita iniciar el ciclo que aquí cerraron hace años.
La corriente emigratoria cambiará de tendencia, muchos de nuestros vecinos emigrantes retornarán a sus países y muy posiblemente muchos españolitos arreglaran sus papeles para poder trabajar como “chinos” en el país de  “Los moros”, una situación hasta ahora impensable que adquirirá carta de naturaleza con el respaldo de sus yacimientos de petróleo y el control del canal de Suez.

Las concentraciones multitudinarias, la fuerza moral que les mantuvo unidos  y  la encomiable actuación del ejército nos hacen pensar en un proceso democrático irreversible, si esto fuera así los cambios en estas naciones pueden ser tan determinantes como capaces de romper la supremacía de Occidente. El equilibrio de las pirámides parece romperse, los tiempos de los grandes faraones ha quedado atrás, los criptogramas de sus antepasados han sido sustituidos por la informática y han convertido Internet en el  arma más poderosa donde no caben barreras ni  censura  de información; el pueblo llano tomó la iniciativa, el pueblo una vez más demostró estar más preparado de lo que se suponía, el pueblo una vez más estuvo por encima de sus dirigentes. Esperemos que este pueblo no se deje embaucar por los cantos de sirena de las grandes campañas consumistas y por supuesto sigamos escuchando el silencio de las armas y que el acero de sus tanques siga convertido en púlpitos por sus ciudadanos.

El enigma de las pirámides no estaba en sus entrañas, estaba en su pueblo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona