EL SEÑUELO ERA UNA LIEBRE, LA CARRERA COMENZÓ

Cataluña sigue perpleja sin tiempo para asimilar el torrente de noticias que nos llueve cada mañana, nuestros políticos se han empeñado y están consiguiendo desequilibrar  al ciudadano de a pie que perplejo y desorientado observa incrédulo como se le enfrenta  gratuitamente al resto de España como si ese resto de España no formara parte de su misma naturaleza.

El Sr. Mas cumplió con su cometido hizo de señuelo y ahora le toca hacer de  liebre para atraer sobre si las iras y el desconcierto mientras los verdaderos galgos se aprestan a la carrera sin exponerse ni haberse destapado hasta llegar a la última curva.  

Sorprende la autoinmolación de Artur Mas a los dos años de su mandato un mandato al que tanto le costó llegar pero del que en los últimos tiempos parecía querer apearse por la vía del suicidio político; lo que no queda claro es si este suicidio es voluntario o inducido,  su llamada a una autodeterminación a todas luces precipitada, la sorprendente convocatoria de elecciones autonómicas  en mitad de su tan ansiado periodo como presidente, su arrogancia al enfrentarse a la propia constitución española y la nefasta impresión que una división de estas características genera en España y el resto del mundo no parecen propias de un hombre batanado a la sombra del ex presidente Puyol donde la templanza y el Seny fueron la clave ante situaciones tanto o más extremas como las que ahora padecemos.

Que con todo este bagaje  el Sr. Mas haya tirado por el camino del medio hace pensar que algún grupo político y económico en la sombra esté moviendo los hilos de esta situación esperando dar el  golpe de efecto que haga mas creíble y necesaria la independencia económica para Cataluña mientras los ciudadanos somos obligados a dar un salto mortal sin que nadie nos explique los riesgos que eso conlleva ni las consecuencias que puede acarrear, lo malo de este circo es que no hay sitio para espectadores y quieras o no te hacen formar parte de la troupe por el simple hecho de quedar bajo  la lona autonomista.

El momento no es preguntarse quién ganará con todo esto si no cuanto más nos costará ser más pobres  y cuantos más serán nuestros dueños a los que les deberemos pagar nuestra salvación  sin que nunca la hallamos solicitado.

EL HAMBRIENTO NO SE DETIENE A MIRAR SI EL PRODUCTO LLEVA DENOMINACIÓN DE ORIGEN