DESDE MI BALCON

Desde mi balcón estoy viendo en las fachadas como las banderas independentistas han perdido su firmeza; el sol, la lluvia y la intemperie parece haberlas restado brillo  y consistencia y algunas incluso se muestran desteñidas y macilentas como si el peso de la humedad que soportan las hubiera relegado a la condición de vestigio convirtiendo barras y estrella en una amalgama de rojos y amarillos indescifrable más propio de la paleta de un genio idealista que del santo y seña de una autonomía; estas banderas que ahora veo desde mi balcón son el reflejo y la imagen real de lo que estamos viviendo en Cataluña  las últimas noticias nos mantienen incrédulos y perplejos llevándonos a la convicción de que la política en general está regida por ególatras y usureros donde la honestidad es factor negativo, la mediocridad es medida de normalidad y el chalaneo moneda de cambio para  trepar en esta política de cucaña engrasada y jamón serrano vitalicio.

Nadie pareció dar importancia a la acusación del 3% que hizo Maragall en su momento, nadie quiere enterarse de que el rastro y  las connotaciones  del Palau de la Música conducen a la plaza de San Jaume, nadie parecía interesado en investigar el por qué del hundimiento del túnel del Carmelo pero ha bastado que un periódico señalara la posible situación del zulo convertido en independentista para que todo el mundo acuda a poner querellas intentando  detener la hemorragia mientras se gana el tiempo suficiente para botar el barco de la independencia antes de que la marea llegue a la plaza de San Jaime. ¿Por qué no se pusieron querellas con la misma celeridad cuando a los  actuales gobernantes les acusaron de llevarse el  3-4 % de cada obra concedida? ¿Por qué nadie se arropó con la bandera independentista ante los infundados informes que nos van llegando del proceso del clan Millet? ¿Cuáles son las componendas entre partidos para no destapar sus mutuas vergüenzas?

El proyecto independentista ya tiene un perdedor en el ciudadano de a pié que al ser tratado como moneda de cambio es arrastrado hacia el precipicio de la desesperación mientras se especula con sus despojos sin que nadie preste atención a sus necesidades más inmediatas haciendo que espere una salvación que se le vaticina después de la travesía del desierto donde regirán nuevas leyes entregadas en mano al Moisés ungido por un Dios con becerro de oro particular.

LOS PARTIDOS QUE ESTEN LIBRES DE CULPA QUE NO TIREN LA PIEDRA LES HARÁ FALTA PARA CONSTRUIR SU BARRICADA PARTICULAR