jueves, 15 de noviembre de 2012

EN DIRECCIÓN CONTRARIA



La Maru y su marido regresaron a casa contentos y enardecidos; habían asumido un riesgo calculado y si bien en algún momento se vieron acorralados por la muchedumbre estaban satisfechos de haber participado en la manifestación que consideraban obligación moral y un derecho de ciudadanía, pensado todo esto la Maru se dispuso a colocar en estantes y nevera la compra de la mañana lamentando en su interior haber tenido que encontrarse entre la muchedumbre a gente amiga y antiguos comerciantes de su barrio de los que había dependido durante muchos años y que ahora se encontraban encasillados entre los difíciles casos de reinserción laboral.

La Maru siguiendo su línea de  compromiso se imaginaba así misma imposibles soluciones para aligerar la bolsa del paro y la exclusión laboral, la Maru no se da cuenta que la herramienta más efectiva esta en sus manos, que la leche que ella compra en la gran superficie por ahorrarse unos céntimos es importada de Francia o Portugal arruinando y haciendo desaparecer a los ganaderos españoles, tampoco se da por enterada de que el aceite para su cocina viene desde Marruecos, que la fruta proviene de Sudamérica  que las conservas enlatadas no son de Galicia,  que los espárragos nos llegan de china y que incluso la chufa no es Valenciana. La Maru no analiza que pagando algo más la cesta de la compra nos habría salido más barata por que las tiendas del barrio no habrían cerrado; los ganaderos no habrían tenido que abandonar sus instalaciones los productos del campo mantendrían a la población ocupada y lo que ahora pagamos en concepto de paro  recortes y tragedias nos lo estaríamos ahorrando con creces de haber puesto los intereses de la ciudadanía por encima de los intereses de los grandes monopolios.

MANIFESTACION: MEDIDA DE IMPOTENCIA DE UN GRUPO SOCIAL.

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona