domingo, 16 de junio de 2013

LIBROS CON VIDA PROPIA DE BIOGRAFIAS PRESTADAS

Los libros son como los dientes unos los regalas por devoción y otros los prestas por obligación y en este último caso te cuesta tanto como si te arrancaran la muela del juicio porque sabes que esa muela no retornará,  luego hay otros libros que también son como dientes pero de leche porque al cabo del tiempo vuelven a su lugar como nuevos y sin ninguna duda, luego están los postizos que son los que por reimplantarte uno te descabalgan dos y a si tu estantería está siempre como de prestado porque los incisivos no son tuyos y temes desportillarlos o lo que es peor los recibes descangallados y tienes que retornarlos como nuevos  y así el trajín que me traigo no lo envidiaría ni chamarilero de Astorga en días de mercado.

Pero hoy no me refiero a esos libros tan tuyos como calzón pulguero en armario de cuatro cuerpos que mantienes en casa por el placer de tenerlo aun sabiendo que no lo necesitas pero del que no te desprendes por las sensaciones que se esconden en sus costuras.

Hoy estoy más por la limpieza de aquellos libros que fueron novedosos en su día y una vez leídos  o consultados pierden actualidad o carecen  de valor literario y salvas de la hoguera una y otra vez por el instinto de conservadurismo del que haces gala pero del que desgraciadamente también eres victima aunque no quieras reconocerlo.

Hace poco encontré para  alivio de  mi conciencia el camino para que estos libros tengan una segunda vida, se trata de una ONG que los envía a muchas partes del mundo de habla hispana;  allí me he dirigido y hasta he podido curiosear entre otros libros ya depositados, en muchos de ellos he leído dedicatorias de afecto, deseos de felices aniversarios o requiebros de amor que nadie sabe si alguna vez fue correspondido, pero también hay dedicatorias que hablan de arraigo,  de ilusión y de proyectos de futuro, son los libros que debieron viajar en las maletas de la emigración, libros de pueblos muy concretos perdidos en mapas de esa España imposible, libros estrujados que destilan costumbres haceres y desaceres de espacios ya perdidos, libros en definitiva de gente que dejó de vivirlos en presente para embarcarse en singladuras de futuro pero de los que nunca sabremos si en el puerto al que arribaron encontraron su ilusión.

Yo he decidido incluir en los que entrego a esta ONG la dirección de mi correo electrónico, serán como botellas de papel viajando en un océano sin rumbo con un mensaje en su interior; no sé a qué puerto llegarán o en que arena de playa encontrarán su amerizaje,  solo espero que aquellos mis queridos libros sigan teniendo vida en otras vidas y en otras latitudes y si alguien contestara a mi mensaje sabré que al otro lado un hasta ahora desconocido entroncó con mi biografía injertando en la suya las hojas de mi árbol de papel.


LA COPA DEL ARBOL PROTEGE LA RAIZ PARA SEGUIR SIENDO ARBOL 

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona