jueves, 4 de julio de 2013

FELIX ROMERO, UN ANCLA EN TIERRA DE CAMPOS

Encuentro a nuestro hombre gesticulante y alborotador como siempre, su carácter espontaneo y sus ganas de agradar no le han cambiado y aunque somos vecinos nuestros encuentros suelen ser espaciados en el tiempo con la carga añadida de querer  actualizar en minutos lo acontecido en los meses anteriores.
El pasado verano visité su pueblo con la sola intención de contrastar la ejecución de una obra por el soñada y prometida a su santo patrono San Cristóbal, desde allí le envié alguna foto y desde allí le felicité por su obra, hoy me rompe la espalda con un abrazo que quiere ser coactivo y amable al mismo tiempo obligándome a visitarle en su casa donde me reserva una sorpresa..
Me entrega una reproducción a escala del mirador mencionado y construido por él en Lomas de Campos (Su pueblo) la torre de una altura de 16 metros y situada en una cota de 850 m permite divisar el amplísimo paisaje castellano y los cerca de treinta y cinco pueblos que la rodean, está orgulloso de su consecución y sobre todo esperanzado en que se convierta en un atractivo punto turístico y en un observatorio de aves migratorias y autóctonas, con ello ve cumplida su promesa al santo patrón tras ayudarle a superar  un difícil percance de salud;  una hornacina en lo más alto de la construcción así lo certifica y solo cuando le pregunto por la acogida entre sus paisanos aparece en él un rictus de desconsuelo que esconde el escaso entusiasmo con que este emblemático punto turístico ha sido acogido entre sus convecinos.
El mirador costeado y ejecutado por nuestro amigo  está recogido en distintas guías turísticas como atalaya de tierra de campos y reclamo para la fauna autóctona pues facilita  el anidamiento de aves  al incluir  en la terraza superior hendiduras suficientes para facilitar las nidadas estacionales de las especies que pueblan la zona, una escalera interior cuadrangular mantiene abiertos a las cuatro vientos y ha distintas alturas estratégicos ventanales desde los que pueden divisarse  los pueblos que la rodean dando pie en  una inacabable secuencia al identificar y reconocer desde una nueva perspectiva lugares y lugarejos de toda la comarca para finalizar en una terraza desde la que otear  el interminable campo castellano una visión infinita.

Seguimos charlando y dando rienda suelta a nuestros recuerdos entronizándome como no podía ser de otra manera en su extraordinaria bodega donde los caldos y las añadas  juegan conmigo como el gato y el ratón y ya de paso nos introdujimos en esa galería subterránea donde el tiempo dejó su impronta acunando entre sus bóvedas las más de 2.500 utensilios, herramientas y aperos de labranza que el amigo Félix ha sabido reunir y conservar con el rigor de un coleccionista.
Le hago prometer la cesión de una parte de su colección para próximas exposiciones y no duda incluso en ofrecerme sus magníficos  hornos de adobe para elaborar  cualquier asado en alguna reunión  multitudinaria.
Me despide mientras transitamos entre los magníficos “Trancadis” de su jardín donde la recreación de escenas marinas,  paisajes, flores y mariposas recrean un Gaudiniano parque Güell en miniatura solo concebible por la imaginación y la mano primorosa de su querida Ana, compañera inestimable que también en la torre de Lomas dejó su impronta con los magníficos e ilustrativos azulejos del interior.

Con él me queda la sensación de haber estado con quien nunca se marchó de su tierra y a través de su torre-mirador quiere mantener un ancla inamovible que le obligue a retornar al puerto desde  el que un día embarcó para la vida.

 PARA EL QUE NUNCA  SALIO A NAVEGAR EL ANCLA SOLO ES UN LASTRE

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona