miércoles, 2 de octubre de 2013

EL OFICIO DE CANTAR

Aves canoras de alas gastadas y cuerpos dolidos,
Gargantas oscuras de rocas  mordidas   cinchadas  de acero
Su ronco tañido puntea las cuerdas  de un  arpa  de trinos
Lanzando mensajes de ser, seguir siendo y negarse haber sido.

El viejo trovador camina solo; mandolina al hombro y cuerpo leñoso su sombra  desdibujada le precede sobre el asfalto, es su andar cansino y curvo y más pareciera caminar en derechura siguiendo el rastro de su afición que en pos de un destino incierto , es frágil, tanto que mas que comer pareciera hacer de viernes a partir del lunes o estar en cuaresma siendo verano,  inasequible al desaliento hace de su afición una adición y de su estilo  una escuela,  discutirle es quimera pues ni Quijote que fuera reconocería  vacía de barbero en yelmo de Mambrino, avellanada la edad mostacho en las sienes y erial en la cumbre, camina despacio sin pausas ni aprietos ajeno al ocaso y allí donde  llega rasgueando sus cuerdas el coro se afina en leve repaso.

La tarde por serlo transcurre despacio y suenan las coplas y surge el milagro el grupo desgrana canciones de ogaño, de idiomas distintos y acentos sin trazos la fiesta es cantar, la excusa gustarnos  y aquí no hay banderas aquí todo es canto, albo el uniforme  de blanco nevado pancartas sin texto que nadie ha manchado y si esto ocurriera fuera necesario romper la camisa y verse gitano.

Ave canora de alas gastadas y cuerpo dolido
Sentir  que ahora sois y siempre habéis sido
Pentagrama  de vida escrita en olvido
Trata que el invierno no llegue a tu nido.

                                                                                                                 

LA PARTITURA ES EL YUGO DE LA CANCIÓN TRADICIONAL

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona