sábado, 28 de diciembre de 2013

ORIGINAL O RECAUCHUTADO

Alicaído y alicortado me he quedado al recibir la invitación a una comida y es que cuando piensas que estás preparado para casi todo te arrean un sopapo en el hígado que te deja fuera de juego, hoy cumplir setenta tacos me da derecho a asistir a una comida en la cual se homenajea a los que como yo han llegado hasta aquí y además se nos entregará una plaquita atestiguando que hemos hecho acto de presencia.

Mira tú que “coño” resulta que ahora la vida se valora como una carrera en la que se premia a los que llegan a la meta sea como sea y lo quieras o no te arrean una medalla en la que se dice (supongo) que as salvado todos los obstáculos que te han puesto en el camino, tengo un mal talante que no me aguanto y una especie de vértigo que me dice que pertenezco a una generación cuyos vestigios se encuentran en una  Atapuerca urbana  de la que se extraen y estudian datos para analizar el comportamiento de otras generaciones.

Pues miren me niego a que alguien me catalogue de esta manera si me quieren dar una comida que no me la den por cumplir años si no por no ser un lastre para nadie, mis años son míos pero mi espíritu también así que si me quieren homenajear  que me busquen integrado en una sociedad comprometida  en la que cada uno aporta la fuerza de su experiencia donde el valor de la edad inversamente proporcional al de la fuerza física donde además nadie te pide resultados por que el resultado eres tú mismo.

No tengo hay el día fino será porque al acercarse  el día de los santos inocentes alguien me ha querido jugar una mala pasada o será porque uno sigue pensando que aun está a tiempo de enmendar errores sin hacer caso del calendario que acota parcelas imposibles de recuperar, sea como sea alguien tendría que replantearse lo de la comidita de ancianos que para mi sigue teniendo el tufo de los comedores sociales de otras épocas, pues no te digo… venir a estas alturas con una comidita donde seguro no pasan del pollito asado,  las verduritas,  el flan de postre…. y solo un poquito de vino por aquello de la tensión, después eso si infusiones que faciliten la digestión no siendo que al café alguien pretenda añadir unas gotas de orujo.

Ahora que pienso, estos síntomas pueden ser producto de la edad o que la senectud me está llegando sin que yo me entere, o ¿Haber si esto mío es el principio de una enfermedad degenerativa?  O ¿será que soy y estoy realmente mayor y no me lo quiero creer? ¿Se es mayor cuando  uno tiene ideas propias y nada contra corriente?

La verdad es que me lo estoy pensando y  lo mejor será ir a la comida haber si a los demás les pasa lo mismo, pero claro si los demás deciden no ir y me presento yo solo  entonces sí que hago el ridículo, de todas maneras tendré que meter la barriga por que el traje de las bodas ya me queda un poco prieto aunque lo malo es lo de la corbata porque el nudo esta tan sobado que no hay forma de enderezarlo y ya le he dicho a la parienta que allí no tomaré ni las pastillas de la tensión ni las del hígado ni las del colesterol ni el inhalador para los bronquios no vayan a pensar que estoy hecho unos zorros, ¡ah¡ y como dicen que habrá baile espero que no pasen del pasodoble o Paquito el chocolatero porque si sacan lo de  los pajaritos a escena entonces sí que me siento y no me levanto en toda la tarde, claro que con estos zapatos los juanetes ya no me dejan de martirizar y bueno será tener una escusa a la que echar la culpa, de todos modos espero que no se me olvide llevar el bicarbonato y por si acaso el cacharro de la tensión no vaya a ser que con tanto jaleo se descompense este cuerpo serrano y me den por amortizado para la comida de los ochenta.


SER MAYOR ES UNA OBLIGACION  PARECERLO ES UNA OCCIÓN

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona