Tras sus puertas los banqueros nos miden por el trasero
aplicando su rasero de cencerros sin badajo o costal sin asidero y nos montan
mil enredos cual ginkama triple salto y
si no te andas ligero pereces en el asalto y por mas con pierna rota sin
escayola y sin bota y al de detrás ni le importa pues lo que quiere es su cuota
y tu cual gazapo en ciernes te embobas y te entretienes con folleto y
parabienes endosándote una cuota que para mas chirigota te resta de lo que
tienes y por mucho que los frenes al final tu cuenta es suya y tuyos sus cargos
tienes pues no teniendo bien tienes, te pellizcan
tu pensión cual si bollo mojicón en bautizo que estuviera y pizco por el
padrino y repizco por la novia y otro que en tu memoria hace del pizco una
historia, total que enllegandose el momento te aplican historia y cuento y entre turbado y muy lento puedes estar muy contento
te la apliquen con ungüento mal llamado fierabrás y eso si no les exijas que te
descifren el plan que entonces van y te dan lecciones de geografía que saldo por
aclarar supone pago contable y si resistes al cargo te platean un embargo dejándote el culo al
aire y se tornase en desaire lo que por ley han de hacer y si fuera menester te
montan una encerrona de la que pides maroma y clavo donde colgar y sales ya sin
costal sin trigo y sin dinero de casa de un usurero que por banco tiene nombre
sin saber quién es el hombre que al banco hizo gestor de tus bienes y pensión y de tus pocas monedas que pierdes en escaleras de alzas y
depresión y pillas tal colocón que ni el Inen lo quisiera y ya no intentas
siquiera hablarles de la pensión y les imploras perdón por no entender su manera
de organizar su labor y quedarse con el din y dejarte solo en don y si tienen ocasión hacen de ti su futuro al
dejarte sin un duro y seguro servidor pues además de pensión les debes
enterramiento pues a tanto llegó el cuento que de tu último aliento un seguro as
de signar sin contar el hospital y también tu pobre hogar que solas ya las
paredes aun pretenden valorar como cargo y aranceles y aquí la cosa se enreda y
ya no es cosa cualquiera que te venden la quimera del plástico para pagar y los
mandas a cagar mas no de cualquier manera
pues no le es dado a cualquiera tener clara la cancela donde poder
defecar y allí les dejas un truño por no estamparles un puño en los morros por rufián.
EN
EL BANCO TU DINERO ES POLILLA EN EL ROPERO
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