DOS CANTARAS Y UN CUARTILLO

Con dos cantaras y un cuartillo por medida salía al punto de la mañana aquel vaquerillo de trece años, el afilado latón de las asas se le incrustaba en la palma de  las manos mientras los aros que protegían el hondón de las panzudas cacharras  arañaban sus tobillos haciendo de cada paso una sangrante penitencia. Su recorrido puerta por  puerta  tenían como escenario  el barrio de la  prosperidad y el barrio blanco lo que hacía de nuestro zagal un notario fidedigno de las costumbres y miserias de cada  casa bajo el espumante transvase de leche recién ordeñada,  un recorrido memorizado donde no había portal ni cancela que al conjuro de su voz no se abriera de par en par, las calles Cabeza de vaca, Padre Cámara, Valencia, Torres Villarroel, Gran Vía, Santi Espíritus  (incluida la llamada cárcel vieja) constituían su periplo que terminaba

atravesando el puente de San Antonio en dirección al alto del rollo, su trajinería tenía como diccionario el nombre de cada ama de casa y como tabla de la ley la medida  del cuartillo que siempre discutida y nunca bien rebosada al decir de las matriarcas daba paso a mil suspicacias resueltas con agudeza de Lazarillo y destreza de estudiante con beca y mandolina.

Este paisano ahora profesor de informática y amigo de tertulia comenta sin falsos victimismos sus trece años en aquella Salamanca de posguerra obligados a echar una mano en casa cuando a nadie se le ocurría definirlo como explotación infantil ni existía la palabra trauma en el vocabulario habitual. Manuel nació en Gejo de los Reyes partido judicial de Ledesma (Salamanca) pasó a depender de su tío que tenía una vaquería en la calle Villaviciosa en la capital y aun recuerda con dolor la madrugada en que debido a sus pocos años  se durmió ordeñando y  una de las vacas derramó con las patas el cubo de leche que estaba llenando, cuestión que  tomó visos de tragedia cuando le fue comunicado al resto de la familia y que le hizo padecer durante años el calificativo de inútil y desmañado.

Nuestras peripecias durante más de cuarenta años por esta Cataluña nos hacen afines, nuestro cariño por la tierra que no vio nacer también y nuestra visión de futuro no puede ser distante ante la situación en que Cataluña queriendo ser independiente nos enfrenta al ancestral cariño por “lo nuestro” mientras  una sombra de dudas nos acompaña  si cuando al hablar de futuro  alguien pretendiera hacernos elegir, entre la tierra o el fruto.

El Señor Mas al firmar la convocatoria del 9N firmó también su dimisión, su 9N lo será cuando desde el escenario habitual proclame la convocatoria de elecciones anticipadas momento en el que comenzará la autentica carrera por la independencia, de momento el constitucional prohíbe la instalación de urnas pero nunca podrá imponer la voluntad de pensar.             

                                           ¡AHORA NO TOCA!

RAMA DE ARBOL VECINO BUENA LA SOMBRA MEJOR EL RACIMO