lunes, 6 de abril de 2015

AL ENCUENTRO DE LOS POETAS

Ayer fue el día de mi debut de cara al público con el grupo de poetas de nuestro centro, la velada resultó  amena y entretenida y solo me resta darles las gracias por su atención hacia mí.
 Presenté un par de composiciones pero sobre todo una de ellas apropiado para este tiempo de cuaresma queda publicado en este blog a petición de muchos de los espectadores que nos acompañaron en este encuentro. Muchas gracias.


LA ABUELA - TIEMPO DE CUARESMA

Desgrana la abuela cuentas de olivo
Trajina entre manos al tacto perdido
Murmura plegarias susurra sonidos
Magina recuerdos de tiempo dormido

No duda la abuela que son dolorosos
Cadencia y murmullo iguálalo  todo
Pelerina de lana, mandil estirado
Peinetas de moño marrón nacarado

Ya entona plegarias, termina el rosario
La silla de anea ya cruje al notarlo
Y besando el Cristo de su escapulario
Se yergue, se estira y…lo aprieta en la mano

Se acerca a la lumbre al pie del escaño
Al tacto atizona y cual buen cirujano
Arrancale esquirlas de oro quemando
Asienta cenizas, calcula el tamaño.

Ahorma la lumbre,  trocea un rescaño
Lo mece en la leche  lo saca pringando
Y en huevo batido parece acunarlo
Anteojos heridos de cristal biselado.

Mantiene la abuela el cuerpo curvado
La panilla de aceite, sartén remachado
Y coge aquel pan de rastrojo de ogaño
Para hacerle puntillas de filo dorado

Que ensarta con maña; con sumo cuidado
Son joyas benditas, bañadas de estaño
Que acuesta en su loza de borde saltado
Les llueve canela las deja empapando.

Llegada  la hora cercando aquel plato
Cuatro mequetrefes la están esperando
Codos en la mesa, las piernas colgando
Son los churumbeles de cuerpo espigado

Aquellos que crecen, cual tallos de nardo
Los que en la eras llegado el verano
Velan las cosechas, cuidan del ganado
Son los gurriatillos  huérfanos de  parto.


Venid pequeñines tráiganme su plato
Comer despacito, sin prisa, saboreando 
No dejen miguitas que el pan es sagrado
Ni esas raspillas no ven que es pecado

Y sorben la leche, maman del cacharro
Les sabe a canela el cuenco el barro
La abuela los mira ¡Chotillos sin amo!
Y llora por dentro no puede evitarlo.

Reparte matando el hambre a los cuatro
No queda más leche, el pan se ha acabado
Rebusca la abuela relame el cacharro
Sus cuatro angelitos no han de notarlo.


                                                  J. Hernández


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona