Así comienza un artículo publicado no hace muchos días en el País,
la falta de agua se ha llevado por delante la vida de CINCO MIL NIÑOS en una comunidad donde trescientos sesenta y cinco
días al año sobreviven 400.000 personas
con temperaturas de 35 a 42 grados si agua y sin posibilidades de llegar a
ella. El periodista autor del artículo describe la situación como
monstruosa, aberrante y sin duda alguna como
crimen contra la humanidad.
Pero no se sobresalten el problema nos queda lejos la
comunidad europea ya tiene bastante con preocuparse con no dejar escapar a
Grecia para que siga pagando intereses aunque ello suponga bajar varios peldaños
en su dignidad como pueblo, E.U.U seguirá enviando armas a cualquier parte del
mundo para contener furias desatadas, nuestros barcos de guerra seguirán dando
cobertura a las flotas pesqueras para impedir abordajes y como siempre nos
alarmaremos cuando la noticia de un terremoto o tragedia aérea haga poner en
marcha dispositivos de emergencia de
última generación que estarán listos para actuar en cualquier parte del mundo,
pero este caso no tiene importancia la comunidad
WAYÚU
habla su propia lengua muy pocos entienden el español y sobre todo
son gente pacífica que no representa ningún peligro para el resto de
comunidades ni se les pasa por la cabeza hacerse notar provocando atentados.
Lo aberrante de esta historia en que intereses de compañías
mineras les han robado el rio que les daba vida y les ayudaba a soportar
temperaturas tan extremas, el periodista describe en su artículo la
monstruosidad que representa el exterminio de la población de LA GUJIRA por intereses meramente
económicos sin que nadie intervenga para hacer cumplir leyes internacionales,
el gobierno colombiano parece mirar para otro lado y la comisión de los
derechos humanos padece lastre en las pestañas dando tiempo a la desaparición
de esta comunidad y con ella su cultura y un idioma que le es propio.
La cueca minera instalada aguas arriba del rio Ranchería represó
sin ningún miramiento a fin de construir sus lavaderos sin respetar leyes ni
derechos, contaminando además los acuíferos de los que se hubiera podido
alimentar la población, de momento
ninguna organización internacional se ha puesto en marcha para obligarles a
restituir y compensar el mal ocasionado, nuestros flamante organismos
internacionales una vez más sacan su patas de elefante cuando les interesa pero
son incapaces de proteger a una población de la que se sentirán apenados y
doloridos cuando inauguren el monolito que recuerde su desaparición y su
memoria, mientras tanto el goteo de muertes es constante; las epidemias diezman
la población y tan solo Carolina Sáchica
defiende los derechos de esta comunidad ante los organismos que deberían
de hacerlo por obligación. Una vez más los intereses egoístas de multinacionales
y grupos de inversión prevalecen y se imponen por la fuerza ante el más débil.
LUEGO DICEN QUE EL
CABÓN DE COLOMBIA ES MUY BARATO
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