Cuando Cataluña se mueve al resto de España parece sufrir un vértigo
incontrolable que salva haciendo vibrar el
quitamiedos europeo, pero no es menor esta sensación de salto al vacío que sufre Cataluña avocada a una desmembración
del resto de España, cuando no sabe que arreos ponerse para aterrizar con
suavidad o para que el amaraje sea más suave, para unos y otros la aventura está llegando demasiado lejos,
los unos no pueden abjurar de su bravata ni los otros pueden cerrar los ojos
como si nada hubiera pasado. Lo paradójico del momento es que la clave de este
desenlace la tenemos los no nacidos en estas latitudes que por afinidad, intereses o relación
familiar podemos inclinar la balanza hacia una negativa contundente o por el contrario subir y hacer
subir a los demás con trinchas y petate al
carro de la independencia.
En sus discursos nuestros políticos nos utilizan como tara y
no como fiel de la balanza amañando pesos y medidas a voluntad, los unos acuden
a la sensiblería de nuestro origen para ablandar voluntades, los otros para
asegurar que estos vínculos no serán nunca debilitados y los mas se olvidan que
tenemos capacidad de pensar e indudable condición de sentir, todo un tratado
del alejamiento y falta objetividad e identificación con que los políticos
tratan al ciudadano medio cuando los
vientos soplaban a su favor.
Nadie explica que ventajas practicas y como se instrumentaría
esta independencia ni cuales serian los costes sociales, nadie nos advierte de
si este salto mortal tiene red de seguridad o por el contrario una vez iniciado
el vértigo puede acabar por ser más peligroso que el propio aterrizaje, uncirse en el mismo yugo el partido denunciado por estafa y el propio denunciador
no parece ser la yunta más idónea para tirar de un carro sin roderas que seguir
ni lugar donde abrevar.
Por otra parte de Madrid solo nos llega el discurso del miedo
y la amenaza, convertirnos en incluseros de Europa aparece como único destino,
nadie aporta cifras, datos ni asegura ventajas ni futuribles; todo es cuestión consanguineidad
y herencia como valor, lástima que todo esto resulte poco creíble viniendo de
un partido donde la corrupción ha sido
norma, la arrogancia su divisa y
la suficiencia como postura.
El ciudadano de a pie lo que quiere es vivir tranquilo, de
nada vale que le hablen de independencia cuando el incremento de familias en el
umbral de la pobreza sigue aumentando o la sanidad o la educación que ahora
administran sin cortapisas sigue sin funcionar o que nos hablen de honestidad
cuando la sombra del fraude y el pillaje revolotea por encima de las sedes de
su partido, tampoco nos vale la amenaza
del miedo que nos llega del gobierno central cuando la nomina de nuestras
cárceles está trufada de sus apellidos más ilustres, reconocer que para bien o para mal las
autonomías son distintas por su carácter, su historia, su idioma y su posición
estratégica no menoscaba el poder ni la soberanía de nadie, es la hora del dialogo donde cada autonomía pueda exigir
igualdad de trato y sobre todo libertad para administrarse sin que esto tenga
que llamarse independencia.
LA BANDERA DE MI VECINO
NUNCA PODRÁ OCULTARME LA LUZ DEL SOL
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás