Yo mato; pero de otra manera, es terrible la masacre ocurrida
en Francia, incomprensible en nuestra
mentalidad europea donde se nos llena la boca de democracia y derechos humanos
donde la paz es un bien adquirido junto con nuestro pasaporte y donde la
protección parece infranqueable y segura, basta que alguien se siente
suficientemente loco como para morir matando y todo se viene abajo; las
barreras de protección saltan por los aires,
el ciudadano sensato y respetuoso con las propias leyes se convierte en
un pelele en manos del terror, las imágenes que nos llegan desde Francia son
mazazos a nuestra sensibilidad, escalofriantes las impresiones de los testigos
y desgarrador el dolor de las familias, el mundo conmocionado intercambia
mensajes de condolencia y todos coinciden en condenar la tremenda y sanguinaria
actuación de unos indeseables que en nombre de Alá siembran el terror allí
donde más eco y más dolor pueden producir. La masacre de Francia no puede quedar en un lamento cuando el Islán
puede paralizar la vida de un país, sus guerras ya no están delimitadas por fronteras
físicas ni alambradas con cuchillas, su teatro de operaciones está en cada
ciudad y en cada barrio, sentir su
aliento en el cogote nos impide pensar tabicando
nuestro entendimiento e insensibilizando nuestra conciencia y preferimos perder
derechos y libertades a cambio de una mal llamada seguridad.
Pero…necesitamos petróleo y no dudamos en apoyar al dictador
de turno por muy sanguinario que sea, si el pueblo al que queremos tutelar no
está conforme no tardamos en definirlo
como rebelde y con este marchamo asolamos
sus pueblos y masacramos a sus moradores , consideramos prisioneros de guerra a
quien no colaboró con nosotros y les confinamos en autenticas jaulas para animales sin respetar acuerdos ni
convenciones, pero no todo vale, la guerra no puede tener otro escenario que no
sea territorio enemigo, solo mandamos aviones a bombardear su madriguera en
Siria e Iraq pero cuando el enemigo está en nuestro propio barrio disfrazado de estudiante, albañil u oficinista
y tiene niños que jueguen con los
nuestros, ¿Bombardearán también en este
caso nuestro edificio?
Con la excusa de la seguridad se ha suspendido La conferencia
del clima, con ello se han evitado las
manifestaciones de más de ciento treinta organizaciones de todo el mundo que
hubieran mostrado su desacuerdo ante la pantomima que ello representa. El
denominado G.20 se reúne en Turquía en este caso no hay problema de seguridad,
los amos del mundo podrán estar tranquilos mientras cierran sus ventanas para
no ver los campos de refugiados en los que se almacena la desesperanza de miles de seres humanos esperando que ellos
decidan sobre su vida y su destino, ¿A quién le extraña cual puede ser el
resultado de la desesperación?
LOS DRONES TAMBIEN BOMBARDEAN NUESTRAS IDEAS,
QUE NO LAS MATEN ES
NUESTRA OBLIGACIÓN.
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