lunes, 23 de noviembre de 2015

REQUIEN POR UN PUEBLO

El minuto de silencio se ha escuchado en todo el mundo, las muestras de dolor se han hecho patentes en todos los actos oficiales y deportistas o espectadores contuvieron sus emociones pensando con horror lo acaecido en el corazón de Europa, vivas muestras de unión entre pueblos ante una desgracia que quiere sentirse como propia.

Para vengar tanta bestialidad nuestros hermanos de pésame mandaron a sus aviones justicieros cargados con el banderín de la libertad a tierras hostiles, hasta ahora y solo en la última semana han matado a más de cuatrocientos civiles que cayeron víctimas de “nuestras” civilizadas bombas por tener su casa cerca de nuestros objetivos, entre los fallecidos se cuentan 97 niños y 69 mujeres todo un alarde de valentía ante un pueblo como el Sirio que vivía tranquilo sin más sobre saltos que su propia cultura y  con la única idea de progresar trabajando de espaldas a cualquier tragedia,  pero por la mala suerte de haberlos convertido en objetivo les hemos ocasionado en los últimos trece meses un total de 6.800 víctimas civiles que no tenían más culpa que estar viviendo en un  suelo rico en petróleo y por tanto goloso para las grandes multinacionales, los que tenían medios se han  visto  obligados a  emigrar, el resto espera el fuego amigo.

Nadie ha guardado un miserable segundo de silencio por el gran número de víctimas ocasionadas por nuestro egoísmo, nadie ha pedido boicotear los ingresos con que estamos alimentando a los terroristas por las materias primas que les compramos a través de un mal llamado mercado negro (2.000 millones en el último año) , nadie explica que la marca de fábrica de la munición empleada para matar en Paris era de procedencia Europea, nadie explica porque gastamos tantos millones en repeler en lugar de construir, nadie explica quien monta las guerras para que los pueblos se maten entre ellos mientras las grandes fortunas se multiplican invirtiendo  en fabricas de armamento y especulan en bolsa con nuestras vidas, en un mundo hipócrita donde los equipos de futbol visten camisetas avaladas por un país donde se pisotean los derechos humanos haciéndose víctima en lugar de verdugo,  algún día lamentará que el pueblo al que hoy expoliamos despierte de su pesadilla  y no halla quien entone por nosotros el réquiem que hoy nosotros no hemos entonado por ellos.


LOS MUERTOS COTIZAN EN BOLSA, EN NIÑOS SE ADMITEN OFERTAS

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona