Malandrines y
facinerosos harto estoy de vuestras andanzas que más se inclinan por alcanzar
gloria y oropel que acomodo y silla para menesterosos y gentes sin din y
abarcas en días de fiesta grande, no sois
ni cincha de rocín ni adarga en la batalla pues toda vuestra razón está
en pesebrar a los vuestros y acomodar bajo tenada a los que con vosotros andan espulgando
lugares y lugarejos hasta llegar a la corte para ocupar silla gestatoria y
mandamiento de Corbalán.
He de verme con mi buen
Sancho y Quijote si lo hallara, para abocarlos
nuevamente a los caminos hasta conseguir reintegraros a galeras donde en buena
hora remaríais todos con mayor brío y mejor son, enfilando la proa del barco hasta
llegar a buen puerto sin andar con remilgos ni
trapisondas, amarrados al remo os aria permanecer bajo mando de cabo de
varas hasta decidir en qué momento
virar, cosa que haríais sin distingos ni quejumbrosería pues es el pueblo quien paga tributos y acaldabas y de ellos y
no otros emanan vuestros peculios, que no siendo pocos ni escasos les hacen
estranbayar el estomago por las angustias y no pocas necesidades a las que se
ven sometidos.
Y al igual que el amigo Sancho presumió de ser
pobre intentando ser rico miremos de hacer como D. Quijote, que siendo hombre
de hacienda quiso repartir entre los pobres, pero evita entonces a familiares y
conversos que son los que a el mismo defenestraron y sustrajeron de los caminos
hasta recluirlo tratándolo de loco. No repares en hábitos ni capirotes pues ya
ves en su historia el rapa barbas se junta con la capellanía hasta hacerle
creer que un caballero andante le espera en las playa de Barcino para dirimir
sus diferencias y es allí y no en otro sitio donde descalabrado y molido a
golpes regresa a su tierra sin otra gana que la de sentirse aliviado.
Nunca fue bueno pasar
de pocos a muchos, ya que esto origina desgobierno y bien sabido es, que
alistar tropa sin talla es pardalear en
centeno sin dueño, que comiéndolo todos acaban lo bueno, o sin saber a honde
vas ni tiras pa lante ni sabes estar, que culo aposentado torna en camilla con
silla de al lado, que cielo o mortaja
solo dependen de buena navaja, que no se es bueno con decir si después no puedes cumplir, que buen cura y mal sermón pierden fe y devoción, que no hay mal que no perdure mas allá de lo
que dure, que puñetas y mandato no permiten
alegato, no se hornea el pan puro si
antes no amasas duro, pon justicia a trabajar sin olvidar tu desván o si
quieres tener fiesta prepárales buena cesta.
Dicen los estudiosos
que este breve texto es lo poco que ha podido salvarse de un posible tercer tomo
de D. Quijote que Cervantes preparaba adelantándose a su tiempo y pensaba dar a
la imprenta con los beneficios que le pudieran reportar sus memorias. Se
trabaja no obstante para recabar más información y sobre todo poner nombres y
apellidos a los personajes que describe en esta su obra póstuma.
QUIJOTES Y SANCHOS A LA
MESA TRAEN QUEBRANTOS
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