El estado nos debe el sueldo de dos años de trabajo que no
nos pagó y además estafaron a la seguridad social por no cotizar por nosotros. si
señores cuando pensé en jubilarme quise reclamar al estado los dos años de mili
por los que no me habían cotizado en la seguridad social, pero no, los soldados
rasos no teníamos derecho a pedir cotizaciones ni nada que se le parezca, me
aclararon que solo los que habían realizado el servicio en las milicias
(entiéndase los hijos de buena familia que en aquel entonces estudiaban una
carrera) además de pagarles un buen sueldo tenían cotizados su tiempo de
servicio, los chusqueros como yo no les contaban para nada los dos años
perdidos marcando el paso, según ellos no había presupuesto para indemnizar a
tanto paria.
Ahora que la policía y la guardia civil quieren sueldos que
los equiparen con los mozos de escuadra yo me pregunto a que esperan para compensarnos
a nosotros por los perjuicios sufridos,
por qué la condición de los de nuestra clase tiene que seguir sufriendo el
desprecio del olvido, a muchos de los ahora jubilados esos dos años sin cotizar
les ha supuesto una merma importante en
sus pensiones. Nos suben la pensión un 0´25 y nadie abre la boca por nosotros,
supongo que los que tendrían que abrirla son aquellos o hijos de aquellos
alféreces que salieron con galones y pasaron a ocupar puestos y despachos en la
administración, su pensión lejos de ser
de subsistencia la subida les habrá dado para una cervecita mas, mientras que a
los parias de los mil euros la subida de las narices no nos da ni para un
estornudo.
A la España que pario hijos bastardos el polvo le salió
barato, nunca he escuchado a ningún político hablar de pensiones y pedir la
compensación de nuestro tiempo de servicio militar ni siquiera que se tuvieran
en cuenta como cotizados a la seguridad social, ahora que se miden formulas y
modos de la vida laboral a efectos de jubilación y pensiones vitalicias, los
“olvidados” miramos con estupor sus escaños esperando que alguien se comprometa
y proponga la justa compensación que nos corresponde.
Si alguien no lo entiende les invito a leer el libro de Muñoz
Molina ARDOR GUERRERO donde se
reflejan fielmente las vicisitudes de una juventud a la que se le obligaba a perder
dos años de su vida activa en beneficio de la clase social dominante.
LAS BOTAS DE LA MILI AUN
PROBOCAN AMPOLLAS DE HUMILLACIÓN
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