He llamado a la Emilia de Can Vías para ver cómo estaba y si por su edad le hubieran puesto la vacuna, la he pillado en medio de la faena mientras preparaba una gran calsotada para este fin de semana, no tiene ninguna confianza de que la llamen, me comenta jocosamente que esto es como el naufragio del Titanic donde evacuaron primero a los de camarote de lujo mientras los de categorías más modestas quedaron encerrados en las bodegas y la orquesta seguía tocando para dar sensación de calma, algo parecido a lo que está pasando ahora con las imágenes de la televisión que nos distraen vacunando ancianitos mientras se pinchan los gerifaltes, me anuncia que pronto se podrán comprar vacunas de estraperlo como pasó en los primeros tiempos de la penicilina cuando otras pandemias como el tifus, la viruela y la tuberculosis hacían estragos en la población, entonces la radio del régimen no daba cifras de muertos ni había hospitales para tanta gente y cada familia aguantaba a los suyos en casa con botellas de agua caliente, ladrillos refractarios por toda calefacción y jarabes de hígado de bacalao, Calcigenol o Cetavión por todo tratamiento. tenemos poca memoria me dice, pero de esto no hace tantos años, ¡claro! aquella era una generación acostumbrada a sobrevivir sin más medios ni mas remedios.
Entonces no hacían falta tantas recomendaciones para tomar precauciones bastaba la despedida de un entierro por medio de la calle con el cura vestido de negro y los monaguillos con la cruz y el guisopo para que toda la barriada se pusiera en alerta, tan poco olvidemos que las grandes farmacéuticas no son hermanitas de la caridad, son grupos de inversión que buscan rentabilizar sus paquetes de acciones, que nadie espere productos a precio tasado cuando en mercados libres pueden duplicar sus márgenes, esta gente se vende al mejor postor como lo ha hecho siempre y ya hay muchos clanes interesados en el trafico de estas vacunas como hacen con cualquier otro estupefaciente.
La Emilia no da tregua, precursora de movimiento okupa ahora
está con los del Guinardó y la Clota muy cerca de mi casa y me asegura como
siempre que solo okupan cuando un edificio está realmente abandonado en manos
de bancos o de buitres especuladores, lo
de patada en la puerta no son ocupaciones son otro tipo de mafia y por supuesto
puedo pasar a verla cuando quiera.
OCUPACIÓN Y VACUNA SON
JERINGUILLAS EN LA CONCIENCIA
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