PERDÓN, OS PIDO PERDÓN

 

A vosotros Rosa y Toni con los que celebré el haberme vacunado haciendo un regate a la epidemia, a vosotros los que os jugáis la vida cada día, los que estáis en primera línea sin más protección que vuestra profesionalidad y vuestra entrega, los que acudís al accidente, a la hipotermia, al infarto, al precipitado, al parto imprevisto, al quemado, al herido en la refriega, al accidente de trabajo,  a los ataques de ansiedad etc.etc., a vosotros os pido perdón por esos degenerados que han salido a la calle  en manadas borreguiles jugando a la ruleta rusa con la epidemia sin valorar que solo en España fallecen cientos de personas cada día, que vuestra entrega tiene por  limite el agotamiento,  os pido perdón por esos mismos a los que vosotros no dejaríais de prestar ayuda en sus comas etílicos o sus excesos por drogadicción, os pido perdón en nombre de mis paisanos por la forma en que mancillaron la plaza más bonita del mundo en un acto impropio de gente civilizada, os pido perdón en definitiva por esta gente que no duda en arriesgar vuestras vidas por celebrar una algarada impropia de un país civilizado.

Vergüenza me da tener que deciros todo esto después del emotivo encuentro de hace unos días donde coincidimos y nos vacunasteis personalmente celebrando  después con  un abrazo  el haber salido indemnes de esta epidemia  y haberlo hecho en vuestra compañía. Para vosotros Rosa y Toni y en vuestros para todos lo  que representáis:  Técnicos de Emergencias y enfermería os doy las gracias ya sin aplausos pero de todo corazón por habernos hecho llegar hasta aquí sanos y salvos, sé que vuestra modestia y vuestra profesión os impide dar a conocer experiencias y lo que representa  vuestro trabajo en una ambulancia, pero pensar que ese mismo silencio impide que estos salvajes que salieron a la calle como perros sin collar no os respeten me indigna, me indigna también que no acierten a valorar vuestro esfuerzo porque saben  que pueden contar con vuestros servicios y no dudareis ni un momento en atender a su madre, padre o abuelo o a ellos mismos olvidando que fueron ellos con su locura los que pusieron en peligro su existencia y vuestra seguridad. Queridos amigos recibir un millón de gracias que si bien no endulzará el amargo sabor de estos cafres al menos me sé respaldado esa mayoría de ciudadanos que de verdad os valoran y tienen en vosotros los ángeles de la guarda. Gracias, gracias una vez más.

LA GELIPOLLEZ SOLO TIENE UNA VACUNA Y ES BARATA