jueves, 23 de diciembre de 2021

SACAR LA LENGUA A PASEO

La lengua y el sentido práctico están reñidos, si la inmersión lingüística se mide por el catalán  que se habla en la calle el resultado es un fracaso, si lo medimos por lo conseguido en la enseñanza en los últimos años resulta un éxito. En estos momentos no hay niño en edad escolar que no sepa habar perfectamente catalán y castellano la forma en que los utiliza ya es otra cosa, si a los niños se les enseñan en catalán en el aula pero juegan en castellano en el patio no es que desprecie el catalán simplemente utiliza el idioma más practico a la hora de relacionarse, si en un mercado municipal es el castellano el mas hablado no es por capricho de los vendedores, simplemente porque resulta más fluido a la hora de argumentar y sobre todo borra trabas a la hora de convencer.



Asegurar que un profesor impide a un niño ir al servicio porque no lo solicita en catalán o le pone piedras en la mochila para obligarlo a hablar en la lengua de Joan Maragall, no tiene otro sentido que demostrar que el profesor es un incompetente o un inepto, cualidades impropias para quien ha de inculcar valores y sobre todo que por su incapacidad sigue empleando sistemas impropios del siglo XXI, la Cataluña a pie de calle no es la que nos quieren hacer ver estos políticos de medio pelo que carentes de argumentos se encabritan al estrado con proclamas facilonas, tampoco tiene sentido salir a la calle para defender lo que ya está conseguido o tratar de no comprender que una tierra que no renuncia a la lengua de sus ancestros no  hace otra cosa que mantener viva su historia sin impedir ni pretender borrar el castellano en su día a día.



Otra cosa es si hablamos de edades, la gente llamemos mayor nacida en Cataluña es la más recalcitrante, es la que siente la necesidad de resarcirse por  los años en que el catalán estuvo prohibido, es una especie de revanchismo hasta cierto punto comprensible y sobre todo recreando con el idioma situaciones y escenas familiares que les estaba prohibidas, son catalanes que yo admiro y reconozco como auténticos paladines no ya de un idioma si no de una forma de ser y de sentir, son esos mismos catalanes que lo dan todo por conseguir ser oídos y sacrifican todo por ser escuchados, son los mismo que bailan sardanas en una plaza pública cualquier domingo o fiesta mayor, son los mismos que forman parte de  coblas castelleras, son los mismos que aplauden y se emocionan cuando la anxaneta culmina un castells sin valorar sin en su construcción se mezclaron lenguas, razas o colores, todo lo dan por bueno siempre que se culmine con éxito el fin pretendido, lo demás son proclamas políticas que no llegan a la calle, obligar a hablar solo en catalán  seria una regresión que ningún catalán en su sano juicio puede aspirar, utilizar la lengua como arma arrojadiza  es querer enfrentar inútilmente a una sociedad que sabe dónde quiere llegar y que medios tiene que utilizar, querer imponer ya hemos visto que aún intentándolo durante cuarenta años tampoco ha funcionado, dejemos queel sentido común imponga sus normas.

LAS CANCIONES DE CUNA TIENEN PENTAGRAMAS IMBORRABLES

2 comentarios:

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona