La naturaleza tiene sed, los animales en libertad también tienen sed, los arboles lanzan sus raíces a
perforar cañerías para poder beber mientras se desprenden de parte de sus hojas
para aliviar su estío. Observar la vida en la naturaleza siempre sorprende pero
nunca pensé que en el trabajo de reparar la perforación por una raíz de
eucalipto participase un pájaro tomando mi hombro como atalaya, el desconocido colaborador no quiso apearse de
esta posición durante todo el proceso acuciándome
incluso con intermitentes picoteos hasta conseguir beber del pocito que se formó una vez resuelto el
estropicio, puedo asegurarles que ahora somos amigos; no nos deja ni a sol ni a
sombra, su alegría es evidente compartiendo mesa y mantel con nosotros, nuestra ilusión quedó trufada al tener que
regresar a la ciudad y dejarlo en el entorno en que se mueve, enjaularlo no
entra en nuestros planes, reencontrarnos a nuestro regreso ya sería
inconcebible.¡Ah! Perdonen, aunque para
mí el verano haya resultado un tanto duro déjenme que me desahogue: ¿Dónde
demonios está escrito que yo tengo que distraer de mis impuestos los veinte
céntimos por litro de combustible que
consumen los vehículos de matrícula extranjera? ¿Cuántos millones de Euros
hemos tenido que restar de otras necesidades para beneficiar a los ciudadanos que
pagan sus impuestos en otras fronteras? Mientras tanto el pan que consumimos en
casa ha subido quince céntimos, ¿hay más incongruencia?
A MI AYUDANTE FONTANERO
NO LE DIRÉ NADA, NO LO ENTENDERÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás