viernes, 2 de septiembre de 2022

SED - CONTRASTES DEL VERANO

 La naturaleza tiene sed, los animales en libertad también  tienen sed, los arboles lanzan sus raíces a perforar cañerías para poder beber mientras se desprenden de parte de sus hojas para aliviar su estío. Observar la vida en la naturaleza siempre sorprende pero nunca pensé que en el trabajo de reparar la perforación por una raíz de eucalipto participase un pájaro tomando mi hombro como atalaya,  el desconocido colaborador no quiso apearse de esta posición durante todo el proceso  acuciándome incluso con intermitentes picoteos hasta conseguir beber  del pocito que se formó una vez resuelto el estropicio, puedo asegurarles que ahora somos amigos; no nos deja ni a sol ni a sombra, su alegría es evidente compartiendo mesa y mantel con nosotros,  nuestra ilusión quedó trufada al tener que regresar a la ciudad y dejarlo en el entorno en que se mueve, enjaularlo no entra en nuestros planes, reencontrarnos a nuestro regreso ya sería inconcebible.

¡Ah! Perdonen,  aunque para mí el verano haya resultado un tanto duro déjenme que me desahogue: ¿Dónde demonios está escrito que yo tengo que distraer de mis impuestos los veinte céntimos por  litro de combustible que consumen los vehículos de matrícula extranjera? ¿Cuántos millones de Euros hemos tenido que restar de otras necesidades para beneficiar a los ciudadanos que pagan sus impuestos en otras fronteras? Mientras tanto el pan que consumimos en casa ha subido quince céntimos, ¿hay más incongruencia?

A MI AYUDANTE FONTANERO NO LE DIRÉ NADA, NO LO ENTENDERÍA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona