QATAR BORRÓN Y CUENTA NUEVA

El Gran Emir impuso su arrogancia invistiendo al supuesto triunfador del torneo con el velo negro de su censura como símbolo de arrogancia y poder, Mesi se dejó utilizar, prefirió no lucir el escudo  y la estrella en su camiseta en el momento culminante de la recogida del trofeo con tal de no enfadar al magnate al que ni el presidente de la FIFA ni la prohibición de alterar los símbolos y atuendos del torneo (recuérdese la prohibición del brazalete a favor del Lgtbi ) lograron disuadir, lo  imagino satisfecho por haber conseguido rendir al mundo bajo el peso de sus petrodólares y cerrar así la pagina mas purulenta del futbol mundial.

Mientras tanto Amir Nasr Azadani a sus veintiséis años y también jugador de futbol tiene los días contados, ninguno de sus compañeros participes en este mundial ha movido un solo dedo para salvarlo de la horca, su delito: haber defendido la libertad de las mujeres cosa arto ninguneada en toda esta peripecia mundial donde el futbol es una religión y sobre todo donde se presume que el juego limpio debe imperar sobre todo lo demás. Amir morirá en la horca los discursos después de su ajusticiamiento ya están escritos, el mundo del futbol seguirá recordando por lustros las proezas de los Mesi y compañía y solo en nota aparte figurará la miscelánea  que en ese tiempo ejecutaron a parte del propio Amir a: Monsen Shehari y  Majid Reza por el grave delito de haber defendido la libertad de las mujeres en un país árabe, el mismo régimen donde las parejas de estos mismos jugadores participantes en el macabro campeonato disfrutaban en los mejores hoteles y servicios exclusivos sin importarle un ápice la situación de sus congéneres ni por supuesto aprovechar su condición para reivindicar para las mujeres árabes la libertad de la que ellas gozan.

Triste muy triste de cómo el mundo del futbol se olvida de todo, se narcotiza con una imagen y se embelesa y adora ante un trofeo del que cuelga la soga de un ahorcado, mientras la corrupción y el soborno afloran por las cloacas del poder.

        MIENTRAS LA MUCHEDUMBRE GRITA EL GRITO SE APAGA