DOS CARAS EN EL MISMO ESPEJO

Hemos regresado del campo, ya estamos de nuevo en faena, las actividades aparcadas durante el verano toman forma y entre grupos de amigos y “correligionarios” intercambiamos mensajes en castellano o catalán animándonos a la pelea de seguir estando activos y luchar contra la desmemoria la dejadez y la monotonía. Hoy he abandonado la máquina eléctrica,  me he afeitado por primera vez con cuchillas de última generación, he recordado la brocha de afeitar, las hojas “palmera” y la barra de jabón que usaba mi padre, los tiempos vuelven solo cambia la cara del espejo y los útiles que ahora son de usar y tirar, tampoco uso el Floid ni la piedra de Alumbre ni he necesito pedir al “Charrita” agua caliente para ablandar la barba ni el tren pasa por medio de nuestra calle, todo esto lo he recordado cuando leía la prensa de mi tierra  (La Gaceta regional) cuando excluye a los no residentes en Salamanca en un concurso de relatos a pesar que lo anuncian como intergeneracional y estimulo de la memoria colectiva, según parece las “otras memorias” las de los ahora fuera de su ámbito de influencia no merecen ser tenidas en cuenta, mientras en sus titulares clama contra la desintegración que otros pretenden hacer de España, cabe preguntarse: ¿Quiénes son los otros?.

En el congreso se instalan pinganillos poniendo  la integración como escusa cuando son las desafectaciones las que deberían preocuparnos, estos adminículos deberían estar unidos todos a un mismo cable de manera que unos y otros se vieran obligados a convivir veinticuatro horas transigiendo y condescendiendo intentando relajar la tensión hasta que se dieran cuenta que el tirar de los extremos supondría perder parte del todo. La calle pide sosiego, la calle es el barómetro, es el ecuador del sentido común y la comprensión, llamar a la insurgencia colectiva es poner en peligro a la misma sociedad que se dice estar defendiendo demostrando con ello además la falta de liderazgo y la ausencia de ideas, potenciar el problema en lugar de encontrar la solución es volcar la responsabilidad en la sociedad utilizándola como ariete de la desavenencia, catapultar estos enfrentamientos es ir contra natura fomentando luchas intestinales de infaustos recuerdos.

           

EN ESPEJO CÓNCAVO  IDEAS  CON EXTRAVISMO