A la sombra del árbol yo no dormía
pensando y pensando cuando caería
la piña de la rama que el árbol tenía.
El sueño al final vino a mi encuentro
no les digo como pero me arrepiento
pues la rama dijo en algún momento
que la hermosa piña historia del cuento
no fuera condumio para aquel jumento
que en feliz modorra esperó el sustento.
Dicen que una ardilla haciendo recuento
Subió, sin un ruido, sagaz y con tiento
se abrazó a la piña sin gran espaviento
y viendo que estaba preñada por dentro
pariendo piñones la entró en su aposento.
Y yo ya dormido soñé me moriría
ahogado en piñones, al punto del día
debajo del árbol que me prometía
gozar sin esfuerzo de su mercancía.
Una vez despierto y mi despensa vacía
busqué por si el bicho tal vez perdería
un solo piñón, por mitigar mi agonía
fue el pago coherente a mi holgazanería
J. Hernández
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás