Vivimos en estos días noticias destacadas y contrapuestas entre sí pero todas con el denominador común de la globalización.
Hubiera sido impensable hasta hace una semana que el mundo se sintiera resquebrajado por el cataclismo japonés pero el planeta llamado Tierra se ha dado cuenta de que todos dependemos de todos y que la desgracia llevada a dimensiones de apocalipsis es global poniendo en peligro nuestro futuro; los bancos aportaron sus influencias en el mercado bursátil, las naciones su adhesión incondicional, la prensa resaltando siempre los valores épicos y morales, y los profesionales evitando poner en tela de juicio si la causa del desastre fue una mala planificación de las instalaciones nucleares.
En el caso de Libia, su Gadafi particular ha pasado de amigo admirado y gen flexo como aportador de inversiones a símbolo de dictador defenestrable en cuanto ha intentado apagar la mecha de la revolución que se extiende por todo el oriente, la ONU se ha puesto en marcha acogiéndose al santo deber para el cual fue creada y no ha dudado en apoyar a un pueblo que ha manifestado su voluntad de cambio llenando plazas y defenestrando símbolos pero que también (no lo olvidemos) tiene en su mano el grifo petrolífero.
Más alejadas de foco informativo van quedando los tsunamis y las desgracias de los países subdesarrollados donde los intereses económicos son menos globales, las cotas de subdesarrollo favorecen a las grandes multinacionales que siguen explotando sus materias primas sin ningún pudor, las tasas de emigración siguen aumentando y el debilitamiento y la recuperación de sus rentas se hunden sin remisión. A estos países se les cierran las fronteras de los países vecinos a cal y canto, la ONU no parece tener la misma urgencia y obligación de atenderlos y hasta permite el regreso de antiguos dictadores que ya ejercieron de marionetas de las superpotencias esquilmando a su pueblo.
LA CURVA ELIPTICA DEL FOCO DE LA LUNA DEL PROGRESO TAMPOCO ORBITA LA TIERRA A LA MISMA DISTANCIA
Pues yo si puedo hacer comentarios sin problemas. No sé qué puede pasar a otros lectores
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