sábado, 24 de marzo de 2012

EL AÑO SE CIERRA EN MARZO


 
Este año se me ha pasado volando, primero el vértigo de no saber qué hacer y cómo administrar mi tiempo, después porque ese tiempo dejó de ser mío para pasar a ser el tiempo de mis tiempos y porque al final  solo fue un cambio de decorado pero con los mismos personajes.

Yo me sentí raro en mi nueva faceta de jubilado y resulta que al final soy uno más de los muchos de mi entorno, personas que siempre había conocido detrás de un mostrador,  en el despacho de una agencia o con el uniforme de la administración siguen siendo parte de mi mundo ese mundo que dejó el papel protagonista a nuestros hijos para pasar al foro del escenario desde el que observas el desarrollo de la obra pendiente de cualquier imprevisto pero sin la responsabilidad de tener que dar el do de pecho en el aria final.

Este mundo donde el tiempo te permite cultivar tus aficiones olvidadas en su día o al menos postergadas para dar paso a otras prioridades y descubres por ejemplo entre los tramoyistas de esta obra al que fue inasequible director de de oficina de la caja de ahorros como un virtuoso de la guitarra o que el rimbombante administrador de fincas es ahora un aficionado y activo actor de teatro o el panadero de toda la vida que  ahora imparte cursos de pastelería en el centro social de la barriada.

 Es muy curioso pero tengo la sensación de que la vida activa fue realmente la vida de ficción donde los papeles se repartieron de forma aleatoria y cada uno desarrolló el rol que le tocó vivir lo mejor que pudo y supo pero una vez bajado el telón el actor dejó paso a la persona y es ahora cuando despojados de títulos y  de atrezo mostramos nuestra verdadera forma de pensar y posiblemente la que nos hubiera gustado ser.

Hoy me ha llegado el que supongo es el último correo oficial de mi antigua empresa me notifican mis últimas cotizaciones a la hacienda pública que son a su vez los últimos coletazos  de mi vida laboral, un trabajo que me permitió relacionarme con infinidad de gente de distintas procedencias y conceptos muy dispares de la evolución social; mi trabajo en realidad fue la escuela de mi vida y la universidad de mis conocimientos un bagaje único  que intenté acumular con avaricia.

Muchos de mis antiguos clientes son ahora mis amigos y juntos nos reímos  de las muchas anécdotas vividas en los que nos parecían ángulos tan opuestos como la oferta y la demanda y que ahora descubrimos no hera mas que un juego de escaramuzas para llegar a una meta: el interés común en beneficio mutuo,  ahora estos antiguos clientes y ahora amigos seguimos en contacto interesándonos por la marcha de cada uno o para compartir un rato de charla siempre relajada  y distendida.

La vida en realidad tendría que comenzar de atrás hacia  adelante desde  esta perspectiva todo es distinto, cuando estás en la boca del escenario los focos tienden a distorsionar la realidad y no te permiten ver más allá de las primeras filas, desde  bambalinas es más fácil percibir los errores en que incurren los primeros actores y sin atreverte a corregirlos la experiencia de haberlos cometido te anticipa el desenlace.

  
LA  JUVILACION  ES EL DESMAQUIYAMIENYO QUE DEJA A LA VISTA LO QUE EN REALIDAD QUISIMOS SER

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tiene a su disposición este espacio para sus comentarios y opiniones. Sea respetuoso con los demás

Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona