Entra la noche en la plaza mayor
de Salamanca cuando alguien lanza sobre
ella una diademas de brillantes y saltarinas perlas que fugaces y juguetonas desaparecen
derrochadoras por la boca de las
alcantarillas, el frescor de la tarde trae olores de rosa, jazmín y hierbabuena que los geométricos jardines
parecen querer liberar de la reja que los aprisiona, las terrazas ahora ya vacías
son recogidas por los malabaristas del lito y la bandeja que a mandil terciado increpan con zumbona
machaconería al rey del manguerazo
mientras emplean los manteles para torear las envestidas del bravo toro de la
imaginación.
Los paseantes bajo los soportales
caminan despacio sin querer despedirse tomando la conversación como excusa para
seguir cuadriculándola hasta que el último escaparate baja su persiana y
el Novelty oscureciendo sus salones hace
salir a los últimos contertulios dando así por terminada la jornada.
Nuestros dos amigos desgranan sin prisa las
sensaciones diarias y el devenir de las últimas noticias llegadas de la villa y
corte, en breve piensan visitar las Arribes y los pueblos de la comarca, el uno
para inaugurar las nuevas escuelas auspiciadas por la Caja Social el otro para recopilar
y anotar cancioneros y costumbres populares
charlar con los lugareños y recoger algunos giros del idioma que aún conservan
en esa zona.
La despedida la hacen como
siempre a la sombra del convento de las Agustinas y el palacio de Monterrey
punto cercano al lugar donde viven enmarcados siempre por los centenarios negrillos que compiten en majestuosidad con la piedra
de Villamayor.
Uno y otro se dejaron dormir esperando que un nuevo amanecer les trajera
aparejada la satisfacción de haber conseguido para la clase obrera los
privilegios por los que tanto lucharon y que tan caro tuvieron que pagar.
Dicen que cuando los piquetes
informativos de la huelga general pasaron por delante del monumento a D. Miguel
una de sus pajaritas de papel voló de su bolsillo, supieron después que había volado
hasta la glorieta donde se aposentaba el doctor Villalobos con un único
mensaje: Amigo Fili como ves no conseguimos cambiar el rumbo de la historia de
España al final, el obrero sigue pagando los pecados del patrón.
SI EL PATRON TE CAMBIA EL PICO NO ES PARA QUE TRABAJES MEJOR ES PARA QUE
LO HAGAS MAS RICO
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