BAJO LOS OJOS DEL PUENTE

Nadie se atrevería a  datar su antigüedad, mocoso por naturaleza y en mocado por definición el zagal mantenía un constante trajín  entre el mesón,  la aceña, el parador de postas y la ocasional casa de meretrices, su facilidad para escurrir el bulto le habían conferido fama de ágil correveidile y facilitador de encomiendas, no bien levantaba cinco palmos del suelo y se decía que su pillería era tanta que no la tapara ni capa ni manta, golfillo por necesidad y ladrón por afición no había maña o desmaña a la que no acudiera si en ello le fuera sustancia con que comer o maquila con que moler, se guarecía más que vivía en la propia acequia que amparaba de agua al molino del que entraba y salía cuando quería por el sumidero, gatera al fin y al cabo de la que solo él podía hacer huso dado su esquifida figura y esmirriado esqueleto.

No daba cumplido encargo de moza o recado de arriero pues mas parecía alcahueta de oficio que arrapiezo de beneficio y es que las encomendadas al padre Putas andaban tan aitas de oficio y menguado beneficio que no había mozo de carretero o gañán de carbonero que a la redonda acampara al que no mandaran recado y modo del negocio y era aquí donde lazarillo en vida normal y conseguidor en arrabal convergían en la misma persona dando al traste con la vigilancia  del cura facilitando negocio de carne al que fuera menester conviniendo contraseñas y facilitando escaladas a balcones y celosías, tal andaba el personal en necesidad de deshago o acopio de aventura que carne tantas veces  vendida nunca lo fuera ni se mojase tantas veces el chorizo en la cazuela.

 

Mas pasaronsé los días y con ellos la cuaresma  y a las pobres recogidas  las levantaron  la pena; ya regresa el Padre Lucas el de las putas de brega que las otras en sus casas nadie separa ni encierra, las barcas ya están llegando con ramos de primavera y si enramadas las barcas las que embarcan son rameras aquellas que en sus enaguas a picos pardos condenan como marcadas a fuego  como abrojos  de su tierra, más si las putas hablaran cuantos secretos tuvieran que no solo peca el pobre también quien usa gorguera y  manteos y bonetes trajinan en su cancela.

 El zagal no bien que puso las sandalias en la tierra busca rebojos de hornazo entre los cestos de anea y algún trago da de más estrujando el culo a un odre y hasta probó  el aguardiente del alambique de cobre y dándose por satisfecho allí le llegó la noche entre los arcos del puente metido casi en un boche. Amaneció en Salamanca la catedral da las doce, y estando semi -despierto el zagalillo no acierta si es penitencia o adviento hasta que un bastón le acierta y arrancando un juramento, se incorpora y en cuclillas se hace a un lado aún a tiempo, es el ciego quien lo apremia es del ciego el juramento, que ya basta de alegrías que el  Tormes no trae sustento. Se deja llevar el chico que si pobre y sin oficio esquiva por el momento las penas de un mal hospicio y en llegándose a la plaza el ciego el viento otea y sabedor de su oficio arenga desta manera:

 

Estudiantes salmantinos, mozos de carga y de brega

ensiendo el lunes de aguas fiesta en aquesta tierra

recuerdar hoy que el hornazo nació del pan de talega

la que llevan los pastores cuando salen a la sierra.

Que no en balde lo comáis y con la vuestra monserga

acordaros de este ciego y del Lázaro que lleva

que en vientos ándale el buche,  mermada fatriquera

y de hambres mueren muchos en tiempos de cuarentena.

 

El ciego por el repique calcula cuanta es la hacienda,

mas el Lazarillo tiene otro bolsillo en la pierna

 Y entre vendos  y atalajes se le escancia una moneda.

 

NI PASTOR HAY CON SOTANA NI PUTAS SIN  BARRAGANA