¡Hay rescoldito de lumbre!, mima mis pies ateridos
devuélveles la esperanza, mis dedos están dormidos
estos rigores de invierno los viven desguarnecidos.
Arrímales tus calores, mira que están negrecidos
y si no despiertan pronto los pobres están perdidos
que en las viejas alpargatas con los fieltros carcomidos,
se apezuñan en mis
pies de tanto estar recogidos.
Aguadora soy del pueblo, cigüeñal de varios nidos
y tanto embocar el agua los pies los llevo rendidos
hija soy yo de la fuente, charaíz son mis sentidos
libélula de manantial y de la noria gemidos.
barriles de fino barro
como alfileres prendidos.
Dejen que fluyan los
caños, cesen en torno los ruidos
dejen que canten las ranas, y el viento con sus silbidos
tenga presto el pentagrama y su arpa en los tendidos.
No hay partitura más bella, ni más dulces hay sonidos
que los que vienen del agua, dando vida a los sentidos.
Soy vuestra esclava mas no me arranquéis los vestidos
No me despojéis del manto, tened mis pies protegidos
Si no quieres que mi llanto deje los campos perdidos.
Aguadora soy del pueblo, me llamo naturaleza
no rompas mis alpargatas sin ellas pierdo la fuerza
y los cantaros de barro si no hay agua traen pobreza.
J. Hernández
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