miércoles, 21 de abril de 2021

RECETA DE JUBILADO

Un jubilado en la farmacia es un cheque al portador, hoy he regresado a casa con un montón de medicamentos que no me hacían falta solo porque estaban incluidos en la receta electrónica y la manceba de turno con su mejor sonrisa a tenido la gentileza de avisarme, una vez en casa me he llamado tonto útil y abuelo descerebrado cuando he comprobado que aún tenía reservas suficientes para continuar el tratamiento sin tener necesidad de almacenar nada mas,  he vuelto a la botica  con los envoltorios sin desprecintar, no para que me devolvieran el dinero si no para evitar tener  que tirarlos intactos al contenedor una vez caducados.



No me han entendido o no me han querido entender que  mi intención es no despilfarrar, que la seguridad social somos todos y que es nuestra obligación velar por que el derroche y el descontrol no den al traste con un sistema siempre deficitario , que los medicamentos ya pagados los dejaba como aportación para que otros pacientes pudieran recogerlos sin coste alguno no ha sido suficiente para convencerlos y porque de acuerdo con mi conciencia no es de ley lanzar a la basura productos sin utilizar por el solo hecho de un engañoso bajo precio de coste tampoco.

La tarea ha sido titánica la amenaza vaciarlos en el contenedor ha sido casi imposible de contradecir pero el amargor de sentirme ridiculizado a podido más que yo mismo cuando alguno de los presentes ha roto su mutismo presumiendo de su farmacopea particular y su indolente forma de pensar. No estoy muy seguro de que cumplan lo prometido pero tampoco esta escena a cambiado mi opinión al considerar la oficina de farmacia como una especie de saco sin fondo donde la receta de un jubilado es una chequera en autoservicio que tiene como objetivo el aumentar la recaudación a toda costa utilizando incluso el argumento de una falsa caducidad mensual de la receta electrónica.



Cada mesita de noche es una artillería contra la economía de la salud, todos somos responsables y  a nadie parece preocuparle, ahora cuando las dichosas vacunas escasean no me extrañaría que más de uno se la pusiera por duplicado por el solo hecho  de ser gratuitas.

          LA BOTICA EN EL CAMPO Y EL CERROJO EN EL ESTANCO

1 comentario:

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Este soy yo

Hace ya muchos años que las circunstancias me hicieron dejar Salamanca por motivos profesionales, instalándome en Barcelona. Añoro mis raíces y cuando vuelvo pueden encontrarme paseando solitario a primera hora de la mañana por las calles que tanta cultura han acogido. Salamanca sigue presente en mí.
Siempre he sentido la necesidad de comunicar mis sentimientos, por si lo que a mí me parece interesante a alguien le pareciera útil.
Joaquín Hernández
Salamanca/Barcelona